miércoles, 22 de julio de 2009

El juicio de Dixon Tapasco y su dilema: ¿acusar a su padre?


El congresista Dixon Ferney Tapasco Triviño lleva 17 meses detenido en la cárcel La Picota, de Bogotá. Al hijo de Ferney Tapasco, jefe del partido Liberal en Caldas, lo juzgan por sus supuestos vínculos con las Autodefensas y los beneficios electorales que posiblemente logró con esa alianza.
Después de varios aplazamientos, comenzó el juicio ante un juez especializado de Bogotá en el Tapasco Triviño tendrá la opción de demostrar su inocencia. Claro, también será la oportunidad para que la Fiscalía pruebe que él es culpable.
En teoría será un debate entre iguales (según la filosofía del Sistema Penal Acusatorio). Sin embargo, la balanza parece estar parcialmente inclinada a favor del ente acusador.
Poco beneficia al ex congresista: ni los testigos, ni las evidencias, ni sus antiguos coequiperos... incluso, ni su propio padre. Las razones son simples:
1. Los testigos que existen en su contra ya han sido validados como confiables en diferentes procesos judiciales, ya que con sus testimonios han avanzado varias investigaciones en Caldas.
2. La rigurosa investigación que adelantaron los detectives de la Corte Suprema de justicia en su contra y en contra de los también ex congresistas Enrique Emilio Ángel Barco y Carlos Llano ha sido precisa, parece sólida y coherente.
3. La coincidencia del triunfo electoral liberal en zonas de reconocida presencia paramilitar en Caldas, dan respaldo a la hipótesis de los supuestos nexos.
4. Los dos principales coequiperos de Dixon también están en prisión por enredos con los paramilitares.
5. Los mismos testimonios que obligaron al también ex congresista liberal Enrique Emilio Ángel Barco a declararse culpable por paramilitarismo, también están en el proceso en su contra. La confesión de Ángel Barco da cierto grado de validez jurídica a las declaraciones.

Lo más complejo
Pero existe una que sería el punto más débil de Dixon a la hora de intentar demostrar que no tuvo relación con las Auc o, al menos, que no se benefició de la presión paramilitar en las elecciones.
Se trata de la plurimencionada y comprobada relación entre Ferney Tapasco González, jefe del liberalismo en Caldas y padre del procesado, con el paramilitar Iván Roberto Duque Gaviria , alias 'Ernesto Báez', comandante político de las Auc. Relación de amistad, de política, de negocios.... Hay muchas evidencias.
Aunque es cierto que son pocas las veces que mencionan a Dixon en reuniones con los paramilitares, gestionando apoyo y realizando acuerdos, si son muchos los testigos que dan fe de los encuentros de Ferney con los comandantes paramilitares. Los que han declarado señalan a Tapasco papá como el encargado de realizar los acuerdos con las Autodefensas con el fin de beneficiar electoralmente a su hijo.
La evidencia más clara de esta relación y los acuerdos es la reunión que se realizó en la vereda El Tambor (La Merced). El encuentro era presidido por 'Báez', pero patrocinado por Ferney Tapasco.
Varios jóvenes llegaron hasta la vereda supuestamente para escuchar al jefe paramilitar hablar del proceso de paz. Sin embargo, el premio mayor al final del encuentro era que uno de los asistentes tendría la posibilidad de integrar la lista que conformaba el Partido Liberal en Caldas a la Cámara de Representantes. Curiosamente el ganador fue Juan Pablo Sánchez, pariente del abogado personal del jefe paramilitar.
La lista finalmente la integraron Dixon Ferney Tapasco, Enrique Emilio Ángel Barco, Carlos Llano, Carlos Alberto Gálvez y Juan Pablo Sánchez. Los tres primeros están en prisión.

Panorama
La Fiscalía aparentemente tiene la sartén por el mango, con evidencias aparentemente sólidas para probar la relación entre Ferney Tapasco y 'Báez', de la que surgieron acuerdos que beneficiaron políticamente a Dixon.
Por su parte, el panorama de Dixon parece más enredado y tendrá que esforzarse para desvirtuar la teoría del caso del ente acusador con el fin de demostrar que nunca tuvo relación con los paramilitares y que no supo de los convenios que se tejieron a para favorecerlo políticamente.
Una de las salidas sería probar que "todo fue a sus espaldas" y para hacerlo prácticamente tendría que acusar a su padre como el que maquinó todo, como el cerebro de esa alianza con los paramilitares, algo que de entrada parece probado.
Llama la atención en medio de todo esto, que las autoridades aún no investigan formalmente a Ferney Tapasco por sus nexos con los paramilitares, teniendo en cuenta que muchos se han ido a la cárcel por menos. También ver cómo Ferney sigue en silencio viendo cómo su hijo sigue en prisión...
Serán varios días de un complejo debate jurídico y Caldas está a la espera del resultado.

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"Comienza juicio contra Dixon Tapasco"
Noticia LA PATRIA.COM

jueves, 16 de julio de 2009

Víctor Renán Barco y los herederos del "padre de la patria"









A Víctor Renán Barco literalmente le prendían velas. Esperaban del honorable senador una recomendación, un guiño, una bendición para poder obtener un contrato, un cargo público. Muchos lo buscaron como padrino.

Era una figura venerada por sus seguidores, al punto que pocos toleraban una crítica en su contra. ¿Que Barco fue brillante?, sin duda... claro que también son brillantes los estafadores que de manera sutil envuelven a sus víctimas, las cautivan y desparecen después del golpe... Son unos genios.

Gusto exótico

En medio de su carrera, como buen político, se movió entre las masas populares, personas de escasos recursos a las que conquistó haciéndoles creer que entendía sus necesidades.. (qué sería de los políticos sin ese don para hipnotizar seguidores...)

Curiosamente, en medio de sus correrías se destacaba por que tuvo un exótico gusto en cuestión de mujeres. Él, poderoso, las prefería humildes y sumisas.

La historia de novela: el hombre importante, adinerado, con poder, cortejó a la doméstica, a la mesera, a las hijas de familias humildes. Dejó que lo admiraran, que se enamoraran, que soñaran con un futuro a su lado. La diferencia con las telenovelas fue grande... El sujeto huyó apenas supo que estaban en embarazo y las abandonó.

Eso sí, se percató a la hora de elegirlas... fueron mujeres que lo admiraron de forma incondicional, a las que él pudo dejar sin el riesgo de un reclamo, de una exigencia, de un escándalo. "Al senador... que tal".

Si uno reflexiona, parece que fue el mismo método que usó para elegir a su círculo cercano de colaboradores... buenos, malos o siniestros... todos fueron personas que lo veneraron, leales, que por años estuvieron bajo su sobra.

Respeto y silencio

Tras la fuga, nacieron los hijos, a los que nunca reconoció. Y mientras él forjó su carrera política y ascendió de forma vertiginosa, sus vástagos lo conocieron de lejos. En secreto sintieron el orgullo de ser los hijos del importante político, pero al igual que sus madres, aprendieron a respetarlo, a no exigirle, a no reclamarle, a no hacer valer sus derechos... solo admiración, respeto y silencio. Le guardaron la espalda y conservaron el secreto.

Cuándo él tuvo cerca a sus hijos, les dio la misma atención que dio a cualquiera de sus seguidores. Los contentó con un empleo y así, con salarios que salían de alguna entidades públicas, suplió su obligación paterna. Inexplicablemente sus hijos lo agradecieron esa atención. Peor que nada... ¿esa sería la lógica?...

Sin embargo, eso de la paternidad responsable nunca estuvo en su diccionario. La cuota alimentaria no salió de su millonario salario, para eso tuvo a su disposición la cosa pública.

Su frase celebre fue "La política es la lucha por el poder, y el poder son los puestos públicos". Eso lo sabía muy bien y a él le sobraba el poder en Caldas.

Los herederos

Tras su muerte, llegó el momento de reclamar. Los herederos del "padre de la Patria" dejaron a un lado su abnegación y admiración. Fue mucha la paciencia e hicieron valer su derecho. Al menos, lo que no hizo el Senador en vida, esperan que lo ratifique la ciencia. Con prueba de ADN buscan demostrar el lazo de sangre.

Por fortuna, las autoridades tomaron la muestra para la prueba científica antes de que se cumpliera la orden de cremación que dio el hermano del senador, porque si lo hubieran metido al horno, otra sería la historia: La fortuna hubiera ido directo a los bolsillos de sus hermanos y no de sus hijos abandonados.

Hablan de una fortuna de casi cinco mil millones de pesos para repartir entre sus tres hijos y, al mismo tiempo beneficiar a sus nietos. Si, nietos, porque el senador Barco, al que muchos creían como el "soltero imbatible", no fue abuelo solo por lo viejo.

Falta poco para conocer el desenlace de esta historia.


Artículos relacionados

* EL ADN, LA OTRA HISTORIA DE BARCO: Diario LA PATRIA 15 DE JULIO.

* Las frases celebres: Revista Soho

jueves, 9 de julio de 2009

¿Sería un falso positivo?


Empiezan a aparecer los dolientes de algunos muertos en combate en Caldas y con ellos reaparecen las dudas sobre decenas de operativos militares que se registraron en el departamento. La denominación "falso positivo" ronda.
Ocurrió esta semana en el Eje Cafetero. Una familia de Pereira, que hace un año reportó a uno de sus hijos como desaparecido, recibió la noticia que habían encontrado a su pariente en Caldas. De acuerdo con las autoridades, murió en un enfrentamiento con el Ejército.
Se trataba de Liber Alberto Saldaña Estrada, de 44 años, oriundo de Pereira, soltero, comerciante, hijo de Fabiola Estrada... Según su familia, una persona de bien.
Su restos reposaban en una fosa del cementerio de Samaná hace año y medio, etiquetado sólo con un número.
Hasta hace un mes era un guerrillero NN que solo estaba en las estadísticas del Ejército como un golpe al frente 47 de las Farc. Hoy, cuando ya se tiene su identidad y parte de su historia afloran las dudas.

Desapareció el 5 de enero del 2008. Murió en combate un mes después. Sus parientes insisten que, a pesar de su edad, nunca se ausentó de la casa, que no conocía Caldas y mucho menos un pueblito que se llamara Samaná. "¿quién se vuelve guerrillero en un mes?", cuestiona la madre.
El día de su muerte estaba de civil y con botas de caucho... dijeron que tenía una pistola hechiza con la que se supone enfrentó a toda una tropa del Ejército, dotada de fusiles y tecnología, hasta que murió en combate... murió al recibir un balazo de fusil en el estómago, sólo uno.
Lo curioso es que el Ejército, que nos ha tenido acostumbrados a "cacarear" hasta el hallazgo de una bala, en esta oportunidad guardó silencio. No hubo boletín de prensa, no hubo fotos, ni la acostumbrada llamada a un periodista para contar el resultado.
Fue la Policía la que mencionó la muerte, pero "sin querer queriendo". Reportó el enfrentamiento en su boletín de novedades, documento que sólo conoce el comandante y que lo pasan a uno que otro periodista.
Para entonces era un muerto más, sin identificar, sin pasado, sin familia, que había caído en medio de las motañas del oriente de Caldas... ¿qué más se podía averiguar?

Ahora, que se conoce que a pesar de su edad aún vivía en la casa de su madre, que no tenía hijos, ni novia, ni estudios y que estuvo detenido dos días por tener en su bolsillo un cacho de marihuana... Surge la pregunta: ¿Libier tendría los cojones para ser guerrillero, meterse al monte y atacar a bala al Ejército?

Claro, en el país del "sagrado corazón", también se podría pensar en que lo reclutó la guerrilla en Pereira, para ponerlo de carne de cañón, ya que para la época del supuesto combate el frente 47 estaba casi desmantelado. También podría pensar que a él no le importó volverse combatiente de la noche a la mañana. Pero en mi concepto, es poco probable.

La investigación disciplinaria que hace el Ejército ya está cerrada. Resolvieron a favor de los militares. Claro que se debe recordar que mientras adelantaron la indagación, el muerto era sólo un cadáver sin historia. Cómo fallar diferente si era un procesocontra un NN que no podía defenderse.

Me disculpan mi leve desconfianza, pero este caso se me parece al de los muchachos de Soacha (Cundinamarca).

Un año y medios después de esta muerte en combate, tendría que revisar con lupa cada detalle de la operación, del muerto, de los militares que participaron en el enfrentamiento. Si concluyen que Libier sí tuvo los cojones de irse a la guerrilla a sus 44 años, qué se le va a hacer. De lo contrario...

En medio de las dudas que generaron muchos operativos militares que se registraron en Caldas el año pasado, en los que la mayoría de los muertos fueron personas sin nombre y aparentemente sin dolientes, empiezan a aparecer aquellos que reclaman sus muertos. Lo que sigue es que encuentren la verdad.

Noticia relacionada: http://www.lapatria.com

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